Hagas lo que hagas, entrégate, dalo todo y allá lo(s) demás;
exponte sin temor a esas experiencias donde las pasiones arden y los corazones
ensanchan; cumple tu parte y no racanees a la vida con una versión de ti más
baja de lo que puedes dar, porque son esos pequeños ahorros de entrega
los que poco a poco van quitando brillo a nuestra historia y van dejando a
nuestro paso un rastro de aventuras deslucidas.
Si te dejas algo en el tintero puede que te evites algún
borrón, pero también puede que te pierdas uno de los mejores párrafos de tu historia.
Mientras que las garantías son los avales de las existencias
pobres, darlo todo es el refugio y el consuelo de las vidas excelentes.
Es en el coraje de exponerse ante el mundo sin reservas, a sabiendas de que
puede no irnos bien, donde la entrega se convierte en el corsé que mantiene las
cabezas altas.
Pablo Arribas
http://www.eluniversodelosencillo.com
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